Dietética y Nutrición

Dietetica y nutricion 2 n

En una sociedad que cambia con tanta rapidez como la nuestra, las personas han perdido su instinto natural en la manera de comer. Se tiene un concepto pobre de lo que constituye una buena dieta. Crecen y dependen de sus papilas gustativas y de las sensaciones visuales para su sustento .En la mayoría de los casos no han aprendido a comer para vivir, sino a vivir para comer. Además, el puzle mental de las distintas novedades, de los fanáticos y de los regímenes dietéticos polémicos añaden al mismo tiempo más confusión a las ya dudosas costumbres dietéticas de las personas de hoy.

El acto de alimentarse es tan antiguo como el hombre, también lo son los desequilibrios alimenticios: unos comen lo que pueden, y otros, más de lo que pueden. En la actualidad, mientras la mayoría de los seres humanos se mueren de hambre o son víctimas de la malnutrición, otros muchos en los países desarrollados padecen las enfermedades producidas por los excesos y por la manipulación, cada vez mayor, de los alimentos.

 Disponer de una oferta tan rica y “variada” de alimentos como la que tenemos actualmente, nos ha llevado, en esta parte del planeta, a perder el “sentido común” en las cuestiones culinarias. El “homo-consumista” ha dejado su responsabilidad en manos del “homo-cientifico”, fiel vasallo del “homo-economicus”. A través de las maquinas de “producción de conciencia” se nos dice que sólo tenemos que preocuparnos de comer de todo, absolutamente de todo, con la única condición de que sea variado. Esto nos ha llevado a comer en exceso desproporcionadamente a lo que nos movemos y a nuestras capacidades digestiva y metabólica al tiempo que ingerimos no importa qué tipo de materias( especialmente las enriquecidas, con conservantes, colorantes, estabilizantes,etc) siempre que sean comestibles.

Los que presumen de comer bien, de comer equilibrado, se refieren a que en su dieta no faltan vitaminas, minerales, proteínas y calorías suficientes para su actividad, sin prestar demasiada atención a su procedencia( lácteos, azúcar, vitaminas sintéticas, verduras enlatadas ,alimentos desnaturalizados, frutas sin vitaminas debido al tiempo de almacenamiento en cámaras, carnes llenas de antibióticos y sustancias químicas para el engorde, hormonas, metales pesados, conservantes cancerígenos etc.)

Todo esto se ve en el deterioro de la calidad de la vida de la sociedad moderna y en la aparición de enfermedades en un  número de personas cada vez mayor y  a mas temprana edad.

Mi propuesta : El equilibrio. Combinación de ciencia y sabiduría de la Medicina Tradicional China en la alimentación.

Si combinamos los conocimientos científicos(minerales, vitaminas, proteínas y calorías) con sentido común:  elección de los alimentos más adecuados a la constitución y a la condición de cada uno, comiendo alimentos naturales, de nuestro entorno, en proporciones adecuadas, de acuerdo con el clima y la persona, debidamente cocinados y debidamente masticados, con los conocimientos de la filosofía oriental, globalizadora y analógica que nos presta sus herramientas fruto de la sabiduría de miles de años obtendremos el equilibrio en la nutrición.

La gente de la antigüedad era mucho más consciente del entorno y de cómo reaccionaban sus cuerpos a lo que les rodeaba. En la antigua China vivían según el principio de estar en armonía con la Naturaleza y hacían hincapié en el equilibrio en todos los aspectos de la vida, sobre todo en la dieta, el yin y el yang de los alimentos y del cuerpo. Su sabiduría y sus experiencias recogidas por la Medicina Tradicional China se transmitieron por generaciones durante muchos siglos y con el tiempo las mejoraron y sistematizaron en lo que hoy en día llamamos nutrición China.

Este sistema de nutrición China es un sistema curativo por si mismo. No sólo es un sistema curativo, sino que también es preventivo. La ventaja de la nutrición China está en su flexibilidad para adaptarse a todas las necesidades individuales y para tratar a la persona en su conjunto en lugar de a su enfermedad.

La nutrición de la Medicina China difiere de la occidental moderna en que no depende del análisis de la constitución química de cada alimento, sino de la determinación de las propiedades o energías de cada alimento y de la combinación de éstos teniendo en cuenta la estación, el modo de preparación y la localización geográfica, y utilizando la información según los principios naturales de la vida y el equilibrio.